“Son varias las razones que nos mueven a querer enfrentarnos tanto con
En primer lugar, defendemos el aborto (…) porque pensamos que cada mujer, como propietaria intrínseca de su cuerpo, tiene que tener la oportunidad de decidir qué quiere hacer con éste, si quiere o no llevar una nueva vida al mundo. (…)
Contrariamente a lo que argumentan algunas voces, nosotros no vemos el aborto en absoluto como un capricho contemporáneo y todavía menos como un asesinato, ya que pensamos que es preferible evitar llevar una nueva vida al mundo a tiempo que mantenerla en la miseria.
(…)
El segundo motivo está en el hecho de que nos oponemos radicalmente a la escala de valores que promueve
Imponen una heterosexualidad obligada , para garantizar que el comportamiento adecuado de una mujer no pueda ir más allá de lo enmarcado dentro de la figura reproductora, donde ésta será la cuidadora y la trabajadora doméstica sometida a los deseos de “su” hombre. El ideal católico de “hombre” será aquél que esconde sus sentimientos, el padre de familia que tiene que adoptar su rol privilegiado patriarcal.
(…)
Otra razón por la que nos posicionamos en contra de los mensajes del pensamiento católico es porque hace refugiar a los creyentes en divinidades inexistentes en el mundo vivo, convirtiéndolos en personas indefensas con una autoestima baja.
(…)
Tampoco debemos olvidar que el Estado destina cada año a
En el ámbito político, podemos descubrir la participación en actos a favor de la familia tradicional (…) a personajes destacados de los partidos PSOE, CIU y PP, a presidentes Olímpicos y de importantes clubes deportivos, a rectores universitarios y un largo etcétera.
Ejemplos de estos nombres son: Jordi Pujol, Ernest Benach, Joan Clos, Daniel Sirera, Dolors Nadal, Josep Antoni Duran i Lleida (…) y la lista sigue.
Para terminar, otro factor que nos hace posicionarnos frontalmente contra
Artículo publicado en el periódico independiente En veu alta, número 1 (junio de 2009)
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